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Las ubicaciones exageradas y los personajes bañados en luz roja recuerdan un género casi muerto que alguna vez fue un elemento básico del cable nocturno: el thriller erótico.
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Por Steven Kuruz
Un hábil ejecutivo conduce un descapotable rojo cereza.
El dueño de un club nocturno lleva una cuchara de coca cola y lleva el pelo recogido en una cola de rata.
Una estrella del pop con problemas se masturba mientras se ahoga.
Esas imágenes podrían haber salido de un thriller erótico realizado por Brian De Palma, Paul Verhoeven o Adrian Lyne, directores que se destacaron en las décadas de 1980 y 1990 gracias a películas como "Body Double" (Mr. De Palma), "Basic Instinct" ( Mr. Verhoeven) y "9 ½ Weeks" (Mr. Lyne).
Pero esas escenas eran en realidad parte de "The Idol", la serie de HBO que hizo su debut el domingo con la aparente intención de revivir un género casi muerto.
Lleno de primeros planos de artículos de lujo y partes del cuerpo, "The Idol" también recordó las obras de cineastas menores cuyas creaciones clasificadas R poblaron las alineaciones nocturnas de HBO y sus rivales mucho antes del advenimiento de la televisión de prestigio.
Fue un estilo que se extinguió con el paso de los años —el golpe mortal podría haber sido la infame "Showgirls" de Verhoeven, un costoso fracaso de 1995— y parecía muy poco probable que regresara al escenario cultural en medio del movimiento #MeToo.
Como Karina Longworth, la creadora del podcast de historia del cine "Debes recordar esto", observó recientemente, las películas de hoy están tan desprovistas de escenas de sexo tórridas que "pasarían el estándar sexual establecido por la estricta censura del Código de Producción de la 1930".
La vieja estética estuvo a la vista en los primeros momentos de "The Idol", una serie creada por Sam Levinson, Abel Tesfaye (conocido como The Weeknd) y Reza Fahim, tres hombres que alcanzaron la mayoría de edad al hojear los canales de cable a altas horas de la noche. era un pasatiempo frecuente para los muchachos adolescentes.
El primer episodio comienza con la estrella del pop Jocelyn, interpretada por Lily-Rose Depp, mostrando sus senos durante una sesión de fotos mientras un equipo de manejadores, miembros del equipo y un coordinador de intimidad ineficaz observan.
Más tarde, el personaje de la Sra. Depp fuma en una sauna, viaja en la parte trasera de un convertible Rolls-Royce y se frota contra un hombre que acaba de conocer (el dueño de un club interpretado por el Sr. Tesfaye) en una pista de baile bañada por una luz roja humeante. . No habrá pijamas de franela para Joss; un par de escenas de despertar dejan en claro a los espectadores que ella duerme en tanga.
No es solo la desnudez gratuita del programa lo que nos recuerda a Mr. Lyne y compañía, sino el aspecto y el estado de ánimo general, que recuerdan un glamour desaliñado de la época de los trajes cuadrados de Armani y las noches de cocaína. Un escenario principal es una mansión de 70 millones de dólares en Bel Air que parece sacada de "Scarface" de De Palma pero que, de hecho, es el hogar real de Tesfaye.
Varios espectadores jóvenes han dicho que encuentran vergonzosas las escenas de sexo, pero Levinson, quien creó el drama de HBO "Euphoria", y sus compañeros productores no han ocultado su deseo de rendir homenaje al apogeo de Cinemax (cuando tuvo el apodo Skinemax).
Un guiño a los espectadores llega cuando Joss, en la oscuridad de su sala de proyección privada, ve "Instinto básico". Y luego está la partitura palpitante, que parece conjurar a Tangerine Dream, el grupo electrónico alemán que compuso la escena de sexo en un tren en "Risky Business". En otro guiño a las influencias del programa, el elenco incluye a Elizabeth Berkley, la estrella de "Showgirls".
Si bien puede parecer un caso atípico, "The Idol" aparentemente ha aprovechado un momento cultural que habría parecido impensable hace solo unos años: la Sra. Longworth recientemente dedicó una temporada de su podcast de historia del cine a "Erotic '80s" ; no menos creador de tendencias que Criterion Channel ha presentado recientemente una serie de thrillers eróticos de la misma época; y el mes pasado en Los Ángeles, la American Cinematheque realizó una proyección de "Basic Instinct".
"The Idol" también tiene un competidor cercano en el mundo de la transmisión: "Fatal Attraction", un éxito de 1987 para Mr. Lyne, se ha reiniciado como serie en Paramount+.
Stephanie Zacharek, la crítica de cine de Time, sugirió que el regreso de esa tarifa puede haber surgido de la saturación de años de películas de cómics, junto con la falta de cierto tipo de película con clasificación R que alguna vez estuvo de moda entre los espectadores adultos. .
"En los años 80, eso era casi todo lo que había en los multicines", dijo Zacharek. "Los adultos fueron a ver esas películas. Ahora ni siquiera tenemos tantas películas para adultos, punto".
La Sra. Zacharek criticó duramente a "The Idol" en su reseña y en una entrevista telefónica: "Se siente como si lo hubiera hecho alguien que nunca ha tenido relaciones sexuales", dijo, pero dijo que era fanática de "Body Double" (y incluso "Showgirls") y lamenta la desaparición de ese tipo de cosas.
"Siempre disfruté de esas películas, incluso cuando pensaba que eran sexistas o ridículas", dijo Zacharek. "Tienen un cierto elemento de glamour en ellos".
Existe una clara posibilidad de que la idea de revivir este género en particular atraiga más al Sr. Levinson y sus colegas que al público y la crítica.
Después de una ausencia de dos décadas de producciones de gran presupuesto, Lyne intentó regresar el año pasado con "Deep Water", un thriller erótico protagonizado por Ana de Armas y Ben Affleck. El Sr. Levinson fue uno de los escritores de la película.
"Deep Water", que se transmitió en Hulu tras su lanzamiento, nunca se mostró en los cines. Obtuvo un puntaje de aprobación del 36 por ciento de los críticos y un puntaje de audiencia del 24 por ciento en el sitio de agregación de reseñas Rotten Tomatoes.
A "The Idol" le ha ido tanto mejor como peor: solo el 24 por ciento de los críticos le han dado el visto bueno, y el 63 por ciento de los miembros de la audiencia han opinado favorablemente.
Steven Kurutz se unió a The Times en 2011 y escribió para las secciones City y Home antes de unirse a Style. Anteriormente fue reportero en The Wall Street Journal and Details. @skurutz
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